jueves, 28 de octubre de 2010

Crónicas de un falso estudio

Que alguien me explique, por favor, cómo se compaginan las carreras, los másteres, trabajos y estudios con el mal de amores. ¿Estudias o trabajas? Me dedico a sufrir día y noche, a caminar como alma en pena, a leer cuatro o cinco veces el mismo párrafo y a garabatear las hojas. En la ficción de un estudio o de una lectura que no son más que una ficción, una apariencia de que uno hace algo útil, de que el dolor no puede con él, de que no deja las libretas y se echa en la cama y se pone a llorar y se tira de los pelos.

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